Física Nuclear




Fundamentos básicos referidos a la fisión nuclear
La energía nuclear, al igual que otras tecnologías, tiene aplicaciones tanto en el ámbito civil como bélico. Esta se basa en la producción de energía mediante reacciones a nivel nuclear. De forma controlada puede usarse para generar electricidad de forma muy eficiente, pero de forma descontrolada, puede desarrollar una capacidad de destrucción enorme. Veamos como se genera esta energía.

AtomoToda la materia se compone de unas partículas llamadas átomos. Estos están formados por un núcleo que es una aglomeración de protones (Partículas con carga positiva) y neutrones (Partículas sin carga). En torno a este núcleo giran los electrones, con carga negativa. Estos últimos son mucho más ligeros que las dos anteriores (De igual masa) y si pensamos a esa escala de medidas, estos están muy alejados del núcleo. Por ejemplo, el átomo de hidrógeno está formado por un protón y un electrón. Bien, si ese protón lo aumentásemos de escala hasta darle un diámetro de 1 centímetro, el electrón giraría alrededor suya a una distancia de medio kilómetro. El átomo realmente está casi vacío y si tenemos en cuenta que los átomos se unen entre sí en la órbita de los electrones, toda la materia también lo está. Seguramente ahora la sólida mesa sobre la que lee esto o las duras paredes que le rodean, no le parecen ni tan sólidas ni tan duras.
Volviendo al átomo hay que decir que a partir de ahora, en el contexto de este artículo, solo nos interesa el núcleo, y es por eso que se las llama armas nucleares. Todo se desarrolla en éste, siendo el término “armas atómicas” incorrecto (Si nos ceñimos a las reacciones, este término sería más apropiado para las bombas de explosivo convencional) sin embargo, a día de hoy está aceptado.
Cada elemento de la tabla periódica (Relación de todos los elementos conocidos) se diferencia del resto por el número de protones que siempre será fijo en él. No obstante, un determinado elemento puede tener en su núcleo diferente número de neutrones. Por ejemplo, el núcleo del átomo del elemento hidrógeno solo consta de un protón. Pero existe un átomo que consta de un protón y un neutrón. Como ya dijimos, lo que determina la identidad es el número de protones, por eso sigue tratándose de hidrógeno, aunque es diferente. A esto se le denomina isótopo. Algunos tienen nombres propios, como es este caso. Al átomo con un protón y un neutrón se le denomina deuterio. El deuterio es un isótopo del hidrógeno. En otras ocasiones, los isótopos se indican con el símbolo del elemento seguido del número de partículas que forman su núcleo. Por ejemplo, el uranio, en su variedad más habitual consta de 238 partículas en su núcleo (92 protones + 146 neutrones) y es conocido como U-238. No obstante, un isótopo suyo es el U-235 (92 protones + 143 neutrones).








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